Descripción
Milenario y peculiar es el perro xoloitzcuintle, conocido también como perro azteca mexicano o xolo. Es originario de México, lugar donde es muy apreciado y se le considera una joya arqueológica viviente, ya que esta raza canina era ya compañera de los aztecas hace más de 7000 años. Su apariencia es singular, puesto que carece de pelo, y por ello también se le conoce como perro sin pelo mexicano.
El perro mexicano xoloitzcuintle estaba presente en la vida de los antiguos aztecas, ya que así lo corroboran diversos hallazgos arqueológicos, como estatuillas elaboradas con terracota o representaciones pictóricas realizadas por esta increíble cultura, y que adornaban edificios de diversa índole así como muchos lugares sagrados.
Esta raza canina era venerada por los aztecas, puesto que lo consideraban una representación viva de su dios Xototl, el dios azteca de la muerte, el cual tenía el aspecto de un hombre con cabeza de perro. Pese a ser dios de la muerte Xototl no era maligno, pues se encargaba de guardar el inframundo. Los aztecas creían que los perros xoloitzcuintles fueron creados por su dios, el cual los fabricó con una astilla del hueso de la vida para guiar a los difuntos en su travesía hasta el más allá, razón por la que cuando fallecía alguien los sacrificaban y los enterraban junto con el difunto. Pero las bondades de estos animales eran muchas más, pues se consideraba que el contacto con ellos paliaba los dolores, así como que el consumo de su carne tenía diversos beneficios tanto a nivel ritual como nutricional.
Tras la colonización de América, la raza xoloitzcuintle sufrió un marcado declive, llegando a rozar la extinción, pero en el siglo XIX, gracias a diversos criadores que buscaban preservar esta raza canina, se consiguió que en los 50 la FCI decidió que debían tomar medidas y buscar ejemplares que permanecieran puros, para así cruzarlos y lograr que no desaparecieran.
Fijándonos en las características físicas del perro xoloitzcuintle en todas sus versiones, vemos que su cuerpo es compacto y musculoso, su cabeza es fina, de hocico recto y sin pelo, o con poco pelo, los ojos son almendrados y habitualmente de color marrón, la nariz puede presentar diversos colores en función del color del pelaje, yendo del negro al marrón, dorado, rosa o manchada. Sus orejas son erguidas y de forma triangular.
Sobre el pelaje se puede remarcar que normalmente no tienen pelo, pero hay ejemplares que pueden presentar algo de pelo. De ser así este será corto y denso, y será más abundante en cabeza y cola. Así mismo, cabe destacar que existe una variedad de xoloitzcuintle con pelo en todo su cuerpo, corto, liso y sin subcapa. En cuanto a colores, es amplia la gama de tonalidades que pueden aparecer, tales como marrón, negro, gris, bronce, rubio, rojizo o manchado, pero, en general, suelen ser colores sólidos y más bien oscuros, tanto en la variedad sin pelo como en la de con pelo.
Centrándonos ahora en el carácter y temperamento del xoloitzcuintle, destacamos que es ideal para familias, puesto que es un perro obediente, inteligente, leal y muy amigable. También es un magnífico perro guardián debido a su capacidad de mantenerse alerta y atento, así como por su coraje.
Si queremos que un xoloitzcuintle forme parte de nuestra familia, hemos de saber que es un ideal compañero de juego para los pequeños de la casa, pues es juguetón y muy paciente, no mostrándose nunca agresivo. Además, estos ratos de juego le permitirán liberar la energía que posee y lograremos que permanezca tranquilo y equilibrado.
En general, los perros xoloitzcuintle son animales cariñosos, a los que les encanta que les prestemos atención y les dediquemos nuestro tiempo y cariño, es por ello que si pasamos muchas horas fuera del hogar quizá esta raza no sea la más idónea para nosotros. En estos casos puede que nuestro xoclo se muestre travieso y pueda ocasionar destrozos en el mobiliario, además de la tristeza que es ocasiona esa soledad, pudiendo desarrollar ansiedad por separación.
Los xoclos son increíblemente inteligentes y atentos, por lo que su adiestramiento se tornará sencillo y agradable, ya que en poco tiempo veremos los frutos de nuestro esfuerzo.
Debido a la ausencia de pelo, los xoloitzcuintles están más expuestos ante heridas, quemaduras, alergias o rozaduras en su piel, por ello hemos de prestar especial atención a factores como la luz solar o los alérgenos que puedan entrar en contacto con su piel. Aun así, su piel presenta una increíble capacidad de regenerarse antes heridas o quemaduras. Así pues, si nuestro animal va a estar expuesto a los rayos solares sería necesaria la aplicación de cremas protectoras para prevenir las quemaduras.
Por otro lado, al estar la piel expuesta también hay que bañarlo frecuentemente, ya que el perro xoloitzcuintle tiene tendencia a que la suciedad se aloje en los poros cutáneos originando espinillas, que pueden dar lugar a infecciones más o menos serias. Para el baño se deberían usar productos específicos para pieles sensibles y una esponja adecuada que no le irrite la piel con el fin de proporcionar los mejores cuidados al xoloitzcuintle. Una vez bañado, se aconseja aplicar productos humectantes, podemos preguntar a nuestro veterinario por las opciones más recomendables, tales como aceites o cremas para uso sobre animales. Y para los cuidados del xoloitzcuintle con pelo, será necesario añadir dos o tres cepillados semanales para retirar el pelo muerto.
La falta de pelo los convierte en perros ideales para aquellos que sean alérgicos al pelo de los canes, siendo una raza hipoalaergénica. Aparte de estas consideraciones especiales para la raza, se han de tomar las medidas preventivas propias de cualquier raza canina, como desparasitaciones internas y externas, vacunaciones, alimentación equilibrada, ejercicio, higiene bucodental y revisiones oculares y auditivas para garantizar, así, los cuidados del perro xoloitzcuintle.