Descripción
Con un promedio de 80 centímetros de largo y 4 kilos de peso, el tigrillo es el más pequeño de los felinos manchados silvestres. Aunque lo comparan con el gato y el manigordo, tiene características muy específicas, y lo más curioso, es que no existe un tigrillo igual a otro. Hay una variación en el patrón de sus manchas y en la tonalidad del cuerpo que marca la diferencia. Otro detalle singular, es que es considerado el único felino capaz de descender de las ramas con la cara hacia al suelo, como lo hacen las ardillas. Esto se debe a la unión de sus tobillos, las dimensiones de sus patas y la fuerza de sus flancos.
Las sombras negras del tigrillo se evidencian en todo su cuerpo. Se diseminan con diferentes formas e intensidades sobre una base amarilla o grisácea en la parte superior, y blanca en el área ventricular. Su cabeza y sus ojos son pronunciados, sus pupilas resplandecientes, y sus orejas ovaladas. Su cola delgada y peluda, es más larga que las patas traseras, y la utiliza como balancín para sus desplazamientos por las ramas
La denominación científica del tigrillo común es Leopardus pardalis y pertenece a la familia Felidae. Tiene varios apodos comunes como caucel, margay, tigre chico y gato manchado, entre otros.
Algunos lo llaman ocelote, pero hay quienes afirman que no se trata del mismo animal. Al parecer se distinguen por su pelo y por las huellas de sus patas. Expertos mexicanos aseguran que la cola del ocelote es más corta, y que el tamaño de su cuerpo en mucho mayor que el del tigrillo. El ocelote puede medir 1.5 metros y pesar unos 20 kilos.
Se desenvuelven en lugares cercanos a reservorios de agua y con exuberante vegetación. Duermen durante el día y salen en la oscuridad para buscar su alimento. En ocasiones se resguardan en troncos caídos o en las raíces de grandes arbustos.
Son animales ágiles y muy trepadores. Su olfato es muy agudo y lo utilizan para localizar a sus presas y para percibir el peligro. A pesar de no ser peligrosos, se mantienen alejados de las civilizaciones. Le huyen al contacto con los humanos.
Por lo general los tigrillos son animales muy solitarios, que se sustentan de reptiles, mamíferos arbóreos, aves y roedores.
En cautiverio pueden vivir hasta 20 años, pero en condiciones naturales no tienden a sobrepasar los 17.
La madurez sexual llega a los dos años. Se reproducen en cualquier época y el período de gestación es de unos 70 días. Lo habitual es que las hembras paran en troncos huecos, y que tengan una sola cría, pero pueden ser tres. Los cachorros nacen ya pintados y con los ojos cerrados. Los abren entre los 8 y 17 días.
No está muy claro cuál es el sistema de apareamiento, pero se estima que pueda ser parecido al del resto de los felinos. Como paso previo, tanto la hembra como el macho realizan una serie de movimientos. Luego ella agacha la cabeza y levanta la parte trasera para dejar expuesto su órgano. El macho la muerde por la nuca mientras la penetra y eyacula.
Actualmente, el tigrillo es una especie amenazada, y en algunas localidades se encuentra en peligro de extinción. La agricultura, la tala, la quema, la construcción, la ganadería y otras actividades humanas lo han colocado en riesgo, especialmente en ciudades como Yucatán, pero ha sido la caza la que mayores problemas ha traído para su subsistencia. Muchos pobladores comercializan la piel y organizan temporadas de cacería en los meses de sequía, que es cuando los trigrillos se muestran más firmes y brillantes.
Para garantizar su conservación, sus países de origen han determinado ciertas regulaciones y específicamente la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, lo ingresó en la lista de animales vulnerables, una condición que se otorga a las especies que presentan una disminución significativa de su población. Otras organizaciones han prohibido su montería e incluso establecen multas para evitar esta práctica.