Descripción
Como si se tratara de las pipas gigantes pertenecientes a una iglesia antigua, cientos de columnas conforman un peculiar “bosque” de piedra en el Parque Nacional Sierra de Órganos. Aunque se dice que sus formaciones de roca recuerdan mucho a un órgano musical, al admirarlas puedes echar a volar tu imaginación: hay quienes piensan en torres, en las costillas de un ser enorme, en siluetas humanas, en velas a punto de derretirse o hasta en hongos, cuando ven las más pequeñas.
Este destino se encuentra en Zacatecas, a solo 30 minutos en auto desde el Pueblo Mágico de Sombrerete. Si viajas desde la capital del estado, te tardas casi dos horas en llegar.
Sierra de Órganos forma parte de la Sierra Madre Occidental y abarca mil 124 hectáreas de terreno.
Por supuesto, el principal atractivo de la reserva natural es admirar con detenimiento las formaciones rocosas, creadas hace miles de años a partir de la actividad volcánica y la erosión. Pueden alcanzar entre 20 y 60 metros de altura. Algunas están pegadas entre sí, creando una gran masa de torres de piedra bien delimitadas, mientras otras se sostienen por sí solas.
Hay senderos delimitados para que explores el parque de manera segura y no te pierdas sus columnas más espectaculares. Uno de ellos se llama El Campanario y transcurre de manera circular por una de las zonas más escénicas del parque. No es necesario ser un atleta para recorrerlo, pues el terreno apenas tiene desniveles y zonas donde se requiere algún esfuerzo físico; te tardas unas dos horas y media completar el camino, considerando que te tomes tu tiempo para las fotos y te sientes un par de veces a disfrutar el paisaje.
Es un lugar donde no encuentras multitudes y, si vas entre semana, prácticamente es solo para ti. Cuando se queda en silencio y si tienes suerte, es posible percibir el sonido del viento colándose con fuerza entre las columnas de roca, como si fuera un órgano de verdad.
Entre las columnas rocosas es posible encontrar vegetación. En el parque nacional se dan los bosques de pino y encino, pero en algunas zonas también hay matorrales, agaves y especies de cactáceas.
Es posible que las formaciones de roca, cuando adquieren tonos rojizos con la luz del sol, te recuerden un escenario clásico del Viejo Oeste. De hecho, este paisaje fue una locación para la película “Lucha de gigantes”, protagonizada por John Wayne y Kirk Douglas. Por otro lado, también se filmaron aquí “El Cavernícola”, con Ringo Starr, y “Bandidas”, con Salma Hayek y Penélope Cruz.
La reserva natural representa un ecosistema de refugio y descanso de aves migratorias, especialmente rapaces como el águila real, halcón peregrino y el aguililla real, las cuales viajan desde Canadá y Estados Unidos durante el invierno. Además, el parque es hogar de serpientes de cascabel y otros reptiles.