Descripción
Nació en Hidalgo el 23 se septiembre de 1917 murió en la ciudad de México, el 5 de febrero de 1984
Fue el quinto de siete hijos. Rodolfo llegó a la Ciudad de México en los años 1920, cuando su familia se asentó en el barrio de Tepito. En un inicio practicó Béisbol y fútbol americano, pero después se interesó por la lucha. Aprendió Jujutsu y luego lucha grecorromana.
La Lucha Libre es una de las expresiones más representativas de la cultura mexicana, se trata de uno de los deportes más populares del país, que conjunta el colorido y folklore de nuestras tradiciones con el deporte. Es tan relevante, que el 22 de septiembre fue decretado recientemente como el Día Nacional de la Lucha Libre.
Uno de los personajes emblemáticos de este deporte nacional es sin duda “el enmascarado de plata”, mejor conocido como “El Santo”. Además de su profesión como luchador, este personaje hizo más de 50 películas (a lo largo de 23 años), protagonizó historietas cómicas y fue reconocido como un referente de justicia en la sociedad mexicana. Estamos hablando de un héroe nacional que tiene vigencia en la cultura mexicana desde los años 50.
Inició su carrera profesional en los cuadriláteros en 1934, pero su leyenda comenzó a tejerse el 26 de Julio de 1942 en la legendaria Arena México.
Aquella noche el robusto luchador -quien a lo largo de los años hizo carrera bajo los nombres de Hombre Rojo, Enmascarado, Murciélago II y Demonio Negro, entre otros- estrenaba una flamante personalidad debajo de una brillante máscara plateada. Había nacido Santo, el Enmascarado de Plata.
La leyenda de Santo nunca fue producto de la casualidad. Su tenacidad y versatilidad en el ring le valieron el respeto de sus contrincantes y la admiración del respetable público que noche a noche llenaba los coliseos en donde el Enmascarado de Plata daba cuenta de sus temibles rivales. Fue rudo y técnico pero, ante todo, fue un peleador honesto que no tuvo que recurrir a trucos ni escándalos para acrecentar su merecida fama.
En un principio fue del bando de los rudos (lo cual no le favorecía para obtener el apoyo del público, ya que en la época la gente se inclinaba por los técnicos); posteriormente se cambió al bando técnico, desarrollando un estilo propio, enmarcado por su agilidad y versatilidad, que lo hicieron muy popular.
A partir de 1952, el artista y editor José Guadalupe Cruz comenzó a publicar la historieta Santo, el Enmascarado de Plata, convirtiéndolo en el primer personaje luchador de la historieta mexicana, cosa que también hicieron Black Shadow, Huracán Ramírez, El Solitario y Tinieblas, usando la misma técnica creada por José G. Cruz (color sepia y fotomontaje en fondos dibujados). La historieta se publicó hasta los años ochenta. En los primeros años era el propio luchador quien posaba para las fotos de la historieta, pero luego de unos años (y algunos problemas legales) fue sustituido por Héctor Pliego, Míster México 1969, y el personaje se tuvo que diferenciar del original sin emplear mallas y sumando una «S» sobre un círculo negro en la frente de la máscara.
En los finales de los años 50 Fernando Osés, luchador y actor, invitó a Guzmán a trabajar en películas, propuesta que aceptó, aunque sin abandonar su carrera en la lucha libre, compaginando ambas actividades. Fernando Osés y Enrique Zambrano escribieron libretos para las dos primeras películas de Santo, Santo contra el Cerebro del Mal y Santo contra los Hombres Infernales, ambas estrenadas en 1958, y dirigidas por Joselito Rodríguez. La filmación se llevó a cabo en Cuba, y el rodaje terminó un día antes que Fidel Castro entrara en La Habana y declarase la victoria de la revolución cubana.
Aun cuando ambas películas tenían un bajo presupuesto y fueron altamente improvisadas, tuvieron gran aceptación por parte del pueblo mexicano y se convirtieron rápidamente en éxitos de taquilla, abriendo camino para más películas de Santo.
Otras 50 películas se sumaron a lo largo de su carrera, influyendo en el arte pop, inspirando a los artistas de la época a crear héroes enmascarados que, como “El Santo” de la pantalla grande, abatían a monstruos y criaturas míticas con una fuerza, habilidad y mente sobrenatural.
El Santo jamás perdió su máscara plateada en combate y se creó el mito de que nunca se quitaba su máscara. Se retiró de los encordados en 1982, con 65 de edad, tras casi cinco décadas en las que fue la estrella máxima de los cuadriláteros de lucha libre.
La leyenda de El Santo cuenta que él nunca se quitó la máscara. Incluso para comer, él hacía uso de una máscara especial que solo dejaba descubierta su mentón y boca. Hizo de todo para proteger su identidad, hasta en aeropuertos.
El 5 de febrero de 1984 murió de un infarto de miocardio después de una actuación en el Teatro Blanquita; este no era su primer infarto, ya que algunos años antes había sufrido uno mientras se desarrollaba una lucha en contra de los Misioneros de la Muerte. Al día siguiente fue sepultado en Mausoleos del Ángel ante 10 mil personas que fueron a despedirlo, así como varios luchadores, entre ellos Black Shadow y Blue Demon, quienes cargaron el féretro.
Tras su muerte se levantó una estatua suya en su ciudad natal, pero ese hecho no fue el más comentado: ni en el entierro frente a más de diez mil personas se despojó de su sencilla, pero ya mítica máscara plateada. Él pidió ser enterrado con ella puesta.