Descripción
Nació en la Ciudad de México el 3 de agosto de 1911 murió en Cuernavaca el 13 de febrero de 2011
Fue ingeniero civil especializado en minas y nieto del reconocido compositor oaxaqueño Macedonio Alcalá. Su madre, doña Raquel González Cantú, de ascendencia francesa, fue pianista de concierto. De ella, consideraba el Mtro. Esperón, heredó la vocación por el piano y por todo lo relacionado con la música. Algo que le llamaba mucho la atención de niño era ver a su padre cantando acompañado por su madre al piano. También era primo-hermano del Mtro. Ignacio Fernández Esperón Tata Nacho.
Ese entorno familiar que vivió desde su niñez lo llevó a tomar la carrera de músico y compositor. Comenzó a estudiar música a muy temprana edad guiado por su madre, y a los 14 años inició de manera formal sus estudios de piano y música. El piano lo aprendió con un maestro que fue muy querido para él, Alfredo Carrasco . Después de la preparatoria entró a estudiar ingeniería a la ESIME del Instituto Politécnico Nacional, que estaba en la calle de Allende, en el Centro Histórico del Distrito Federal. No duró más de tres meses.
También estudió dibujo, pintura, tallado y escultura, en la Academia de San Carlos, pero tuvo que dejarlos pues los dedos se le estaban endureciendo para el piano. Entró a la Escuela Popular de Música, que después se convirtió en la Escuela Nacional de Bellas Artes.
Profesionalmente empezó a componer en 1933, para la película La mujer del Puerto. Compuso la canción tema con letra de El Vate Ricardo López Méndez. También compuso algunas partes de la música de fondo. A partir de esa película desarrolló su carrera como compositor en la cinematografía. Creó la música de fondo de más de 500 cintas y alrededor de 947 canciones
Introdujo el mariachi al cine y los instruyó para que estudiaran música; de esa forma, él pudo acoplar la orquesta con el mariachi para los arreglos instrumentales de las películas. Fue compositor de cabecera de los grandes ídolos del cine de la Época de Oro, entre los que destacaban Jorge Negrete y Pedro Infante. A él le tocó descubrir en Pedro Infante su gran valor de interpretación para la canción popular, y aunque Pedro quería cantar a la manera de Jorge Negrete, logró convencerlo de tomar el estilo que lo hizo triunfar. Con él llegaron a la fama muchas canciones, en especial Amorcito Corazón, Mi Cariñito y A la Orilla del Mar; todas requerían de mucha expresión, sentimiento y profesionalismo. Trabajó con todos los artistas que hayan bailado y cantado en el cine, como María Félix, Elsa Aguirre, María Elena Marques, Silvia Pinal, María Antonieta Pons, Libertad Lamarque, Irma Dorantes, Lola Beltrán, Ernestina Garfias, Antonio Aguilar, Luis Aguilar, Javier Solís, Manuel Capetillo, Demetrio González, Cantinflas, Tin Tán, Joaquín Pardavé y Alberto Vázquez, por nombrar sólo algunos.
El maestro Esperón contribuyó también en la industria fílmica de Hollywood. Trabajó para la Metro Golden Mayer, la Paramount y Disney. En esta última colaboró con el propio Walt Disney en la película Los Tres Caballeros, para la cual realizó toda la parte mexicana. Antes de incursionar en el cine perteneció a la caravana artística de los Hermanos Soler. Con ellos recorrió parte del sureste de México y de Centro y Sudamérica. Presentaba variedades con los Soler que gustaban mucho al público. En una de esas actuaciones, en el teatro Raventos de San José de Costa Rica, le tocó ver la primera película sonora; era El Cantante de Jazz, con Al Johnson. Esperón compuso la música de canciones con letra de Ricardo El Vate López Méndez, Pedro de Urdimalas, Felipe Bermejo y Zacarías Gómez Urquiza, entre otros importantes autores. Mención aparte merece Ernesto Cortázar, con quien creó la mayor parte de sus canciones y el famoso binomio Esperón y Cortázar. Las películas más importantes para las que el Mtro. Esperón escribió las bandas sonoras y los temas principales son: Nosotros los Pobres, Ustedes los Ricos, Los Tres García, Las Abandonadas, Una Carta de Amor, Me he de Comer esa Tuna, Ojos de Juventud, Yo bailé con Don Porfirio, La muerte enamorada, Gran Casino, Por tu maldito amor y Mi querido viejo.
Otro de sus trabajos más sobresalientes es el arreglo de los Valses Clásicos del México Romántico, para orquesta sinfónica, coro mixto de cien voces y soprano coloratura. La primera serie de estos conciertos fue presentada con gran éxito bajo la batuta del afamado Director Sergio Cárdenas, en uno de los recintos más importantes en la ciudad de México, la Sala Nezahualcóyotl, así como en diversas ciudades del interior de la República, como Querétaro.