Descripción
Nació en Culiacán, Sinaloa; el 13 de junio de 1934 murió el 1 de octubre de 1989
Empezó a participar en la oposición empresarial a la política agraria del presidente Luís Echeverría, quien expropió terrenos de su propiedad durante los últimos meses de su mandato; Clouthier organizó la resistencia y busco el apoyo de empresarios de otros estados que se encontraban en situación similar; así, publicó varios desplegados en donde argumentaba que su empresa “Paralelo 38” no era latifundio como el de su abuelo que fue afectado por la reforma agraria cardenista, sino una unidad de producción agrícola exitosa económica y socialmente, para concluir “todos sabemos que la reforma agraria en México es indispensable, como es la distribución de la riqueza y todos estamos de acuerdo en que los latifundios son incompatibles con el desarrollo económico y social de nuestro país”. No perdió sus tierras, pero sufrió represalias y presiones del gobierno local y federal. Después encabezó el Consejo Coordinador Empresarial de Sinaloa entre 1974 y 1978. En esa época también jugó un papel muy relevante, aunque casi secreto, en la fundación del periódico El Noroeste junto con Enrique Murillo y Jorge del Rincón.
“El México que queremos es solidario, lo cual implica que, en lugar de lucha de clases, debe prevalecer la lucha contra la injusticia. Solidaridad, fincada en el diálogo permanente de todos los sectores y grupos entre sí y con el gobierno para formar una mística de trabajo y honradez; de justicia y equidad en las oportunidades. Solidaridad entendida como nuestra capacidad de conjuntar voluntades porque somos un pueblo maduro y respetable. Solidaridad que nos lleve a nacionalizar la política y hacer que todo mundo participe en ella, porque ésta es la actividad gestora del bien común y todos tenemos la obligación de procurarlo.”.
A partir de entonces, comenzó a participar abiertamente en las actividades del PAN y el 18 de mayo de 1986 fue postulado como candidato panista a la gubernatura de Sinaloa, en donde enfrentó al candidato priísta Francisco Labastida Ochoa bajo el slogan ”valor y honradez”. Un día antes había pactado con los candidatos panistas a gubernaturas, Barrios en Chihuahua y Elizondo en Durango, defender conjuntamente el voto en caso de fraude. Así se inauguró en el PAN un nuevo estilo más dinámico y agresivo de hacer campañas electorales. Una campaña con «huevos», que culminó con el lanzamiento masivo de huevos contra el palacio de gobierno. No obstante, Clouthier no quiso aprovechar el material que le ofrecía la despechada exesposa de Labastida en una campaña negativa.
, Clouthier escribió “Cruzada por la Salvación de México”, en el que exponía pruebas de que en las elecciones “se lucha no contra un partido, sino contra el gobierno”. A continuación recorrió el país para “nacionalizar” el problema del fraude en Sinaloa.
Clouthier señaló: “Yo soy un hombre de combate. Siento que nunca como ahora la situación es propicia para efectuar los cambios que queremos… Nuestros compatriotas deberán, conjuntamente con nosotros, enseñarse a resistir y a desobedecer a los que en el abuso en el poder pretendan seguirlos oprimiendo…La resistencia activa, pero no violenta, a la que vamos a invitar, no pretenderá destruir a nuestros enemigos, sino hacerlos entender que la sociedad mexicana ya no admitirá más abusos…A mis contendientes de otros partidos, los invito a que de inmediato concertemos las siguientes acciones en favor de la democracia y el bien de México…el compromiso de no aceptar un triunfo dudoso, fruto de un proceso electoral poco transparente, manchado por la ilegalidad”…
. “No se trata de cambiar de amo como los perros del trineo, lo importante no es cambiar de amo, sino dejar de ser perros. Ahorita todos estamos mal porque el presidente y su partido creen que sólo sus chicharrones truenan y sólo sus enchiladas tienen crema”, decía Clouthier con su lenguaje campechano durante su campaña.
“el boycot va encaminado a que en los medios de comunicación haya igualdad de oportunidades para todos los partidos políticos y candidatos presidenciales.”
“Su participación en la jornada electoral del 6 de julio hizo posible la gran victoria de la democracia, el sistema PRI-gobierno perdió las elecciones… El grotesco triunfalismo del partido oficial y de su candidato es inversamente proporcional a la certidumbre de su derrota. ¿Cómo es posible que a la una y media de la mañana, sin dar un dato, se atreva De la Vega Domínguez a decir que ganaron las elecciones?…Vamos a aplicarles la ley del hielo a los delincuentes del fraude. Sanción social a los mapaches…No vamos a tomar la ley en nuestra mano, pero haremos vigente la ley. La sanción política se la impondremos a los candidatos espurios…. No vengo a llamar a la violencia; en todo caso, la violencia vendrá de allá, acá y yo seré el primero en recibirla…Esto tendrá que ir en aumento, esta será la última oportunidad para la prensa para decir lo que ocurre, si no, iniciaremos un boycot contra ella. Aquí líder no les va a faltar; llegaré hasta donde ustedes quieran”.
Con los otros candidatos presidenciales defraudados, Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Ibarra de Piedra, Clouthier firmó el compromiso de no aceptar los resultados electorales ni reconocer a los candidatos electos, mientras “no se restablezca de modo inequívoco la legalidad del proceso electoral”. Sin embargo, Clouthier y el PAN nunca reconocieron el triunfo de Cárdenas, el candidato despojado por Salinas de Gortari, pero hijo del enemigo histórico de Acción Nacional. Tampoco este partido afirmó que Clouthier ganara las elecciones.
El 12 de julio siguiente, en uno de sus actos de protesta, Clouthier llegó a forcejear riesgosamente con elementos de seguridad como narra Roberto Cortez: “Durante la presentación de la muestra José Chávez Morado, su tiempo y su país, en el Palacio de Bellas Artes, a la que acudían el entonces presidente Miguel de la Madrid y su secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, Clouthier intentó romper la valla de seguridad para denunciar el fraude. El retén integrado por militares armados y el Estado Mayor Presidencial golpeó al candidato panista e incluso un grupo de soldados le apuntó con sus armas, que un oficial de civil bajó a manotazos. Una mujer al lado de Clouthier gritaba: iDéjenlo, déjenlo! en el forcejeo, el candidato presidencial panista perdió momentáneamente un zapato y, ante el amago de los militares, pidió a sus simpatizantes sentarse frente al edificio. Refieren las crónicas que una mujer se interpuso entre los soldados y Clouthier y exclamó ¡Aquí estamos las mujeres para que nos maten! El Maquío portaba una pancarta en la que se leía: Señor Presidente: cumpla su palabra, que mostró al paso de Miguel de la Madrid”.
Así, sus seguidores realizaron acciones tales como el uso de tapabocas con la leyenda “Que hable México” (lema de Salinas), el boycot a radiodifusoras, el sellado de billetes con leyendas contra “24 Horas”, las marchas, plantones, bloqueos, cadenas humanas, claxonazos con el sonido de “barbas sí (Clouthier) orejas no” (Salinas), así como irrupciones en los actos públicos en los que asistía el presidente, pero tratando de no incomodar a la ciudadanía.
“El 27 de agosto de 1988, Carlos Salinas de Gortari se reunió con Manuel J. Clouthier y el presidente del PAN, Luís H. Álvarez. El encuentro, al igual que el del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas un mes atrás se realizo en secreto. Tuvo lugar en la casa del empresario Juan Sánchez Navarro y asistió también Manuel Camacho Solís. Esa noche, el PAN y el PRI pactaron el arribo de Salinas al poder.
Llegar a ese punto no fue nada fácil. El principal opositor al acuerdo, a permitir que Salinas de Gortari fuese declarado triunfador de la elección con el aval del PAN, era El Maquío. Pero la maquinaria panista, impulsada por Carlos Castillo Peraza, Diego Fernández de Cevallos y Luís Felipe Bravo Mena, terminó por convencerlo. Y «a regañadientes y jalones», Clouthier –cuenta el coordinador de su campaña, José Luís Salas Cacho- acabó por apersonarse en esa cena y aceptar lo que se pactó.
Eso sí, no sin antes decirle en su cara al propio Salinas:
-Y te lo digo a ti y no te digo más cosas ahora, pero si no me cumples te vas a acordar de mi. Yo voy a estar a la sombra de ti, voy a asegurarme de que lo que estamos aquí diciendo y pactando como hombres, tú lo vas a cumplir. No a mí, a México, porque solamente así México va a cambiar. Y México ya cambio, te guste o no te guste.
«para adicionar la Constitución, a fin de que las leyes y procesos electorales de los Estados se apeguen a una estricta legalidad y transparencia», Clouthier realizó un ayuno de 177 horas, del 15 al 22 de diciembre de 1988 en la columna de la Independencia de la ciudad de México. Cuauhtémoc Cárdenas, candidato despojado de su triunfo electoral, acudió a visitarlo y acordó con él algunas acciones a favor de la democracia. Levantó el ayuno cuando la Secretaría de Gobernación anunció una consulta pública para la reforma electoral y un periodo extraordinario de sesiones a partir de junio para revisar la legislación vigente.
Según Tatiana Clouthier (Maquío, Mi Padre) los propósitos del gabinete alternativo fueron los siguientes:
“a) Presentar proyectos alternativos de solución a los problemas nacionales y medidas de la administración pública federal con base en la elaboración, acopio y análisis de estudios que los fundamenten, de acuerdo con los principios de doctrina del partido.
- b) Dar seguimiento puntual a las principales políticas gubernamentales, analizadas y emitir en forma pública un punto de vista.
- c) Promover ante los diversos órganos de gobierno los proyectos aludidos y las medidas administrativas para la solución de los problemas del país.
- d) Poner a disposición de la diputación de Acción Nacional esas propuestas alternativas como base de posibles iniciativas de ley.
- e) Capacitar y entrenar a sus miembros para las funciones de gobierno.
Varias propuestas de campaña pudieron hacerse realidad al ser sugeridas y perseguidas por el Gabinete Alternativo hasta la muerte de Clouthier y luego por el PAN: la meta que se había fijado era «cambiar el sistema político». Entre los logros alcanzados por esta vía están la reprivatización de la banca; el cambio constitucional del artículo 27 para que se liberara al ejidatario, reconociéndosele su derecho a tener la propiedad de la tierra; la modificación constitucional para reconocer la educación religiosa; la fusión de las secretarías de Programación y Presupuesto con Hacienda en una sola; abrir el monopolio de PIPSA; crear la autonomía del Banco de México; disminuir la burocracia, y llevar a otro lugar fuera de la capital de la república a la Secretaría de Pesca, objetivo que se logró años después.”
Clouthier actuó como el coordinador del gabinete alterno hasta que falleció, junto con el diputado y dirigente panista Javier Calvo Manrique, el 1º de octubre de 1989, en un accidente automovilístico en el kilómetro 158+100 de la carretera México-Nogales, en el municipio de Culiacán, cuando ambos se dirigían al cierre de campaña de Humberto Rice, candidato panista a presidente municipal de Mazatlán. Para algunos no se trató de un accidente, inclusive corrió el rumor de que unos campesinos vieron cómo un helicóptero los embistió y al tratar el diputado Calvo de esquivarlo, chocaron con un camión y murieron instantáneamente. Es curioso que en la documentación oficial existan incongruencias respecto a la hora del accidente, si fue pasadas las nueve o a las diez y media de esa mañana, según las distintas declaraciones registradas.
Federico Arreola escribió (El Norte):”tu muerte va a servir bastante, porque está resultando una lección de civismo: tú, que no tenías necesidad; tú, que resolviste a tiempo tu problema económico, que decidiste hacer política en el único bando en que la política honra: la oposición, que no buscabas el poder, sino la democracia, que no tenías más interés que el aportar algo a la comunidad.”
Concluye Mireya Cuellar que para muchos panistas Clouthier marcó a Acción Nacional porque “nos despertó el hambre de poder”.
Tatiana Clouthier finaliza su libro en honor de su padre con las siguientes palabras: “Segura estoy de que Maquío dejó huella en muchos mexicanos que lo conocieron y en otros que han sabido de sus obras. Deseamos que se siga cumpliendo la tarea de Clouthier, quien no se cansó de decimos cuál fue su búsqueda: «Mi lucha no es para que creas en mí y en mis sueños, sino para que creas en ti y en tus sueños y luches por ellos. Cuando hayas aprendido esto, habrá terminado la misión de Maquío».
Poco tiempo después de su muerte, los paquetes electorales que pretendió Clouthier que se abrieran, fueron quemados con la anuencia de la diputación panista encabezada por Diego Fernández de Cevallos.