Descripción
Nació en el México, el 24 de febrero de 1948
No le gustaba la Física, pero estudió una licenciatura en esa ciencia y descubrió en ella una ventana para comprender la naturaleza. Hoy, además de ser investigadora y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, escribe libros de divulgación científica e imparte talleres a niños y adultos.
Es física y astrofísica por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y una de las actividades que más disfruta es la divulgación de la ciencia. Ha escrito más de 40 libros, participa en programas de televisión y radio y dicta conferencias y talleres. “Si el director del reclusorio ya subió, los demás (también) pasan, entonces se hace divertido, diferente”, dice Julieta al recordar el taller que impartió en una cárcel.
Hoy, una mujer que decide estudiar una carrera científica no es la excepción: 54 por ciento de las alumnas de nuevo ingreso en la UNAM en 2019 se matricularon en una licenciatura relacionada con las ciencias o ingenierías. Pero en la década de 1960 esta era una decisión poco común.
Por casualidad encontró un promocional de la “carrera en astronomía”, y aunque esa es en realidad una especialización, pudo inscribir un par de materias optativas. A partir de entonces, supo que había encontrado su lugar.
¿Cómo logró Julieta estudiar una licenciatura, posgrados y tener dos hijos? Con la ayuda de su familia y de trabajadoras del hogar. Julieta destaca otra barrera de acceso para las mujeres en la ciencia: el nivel socioeconómico. La investigadora dice que en la Asociación Latinoamericana de Mujeres Astrónomas, “la verdad es que todas somos burguesas y tenemos ayuda (…) me gustaría que fuera de otra manera, pero esa es la verdad”.
En sus talleres y conferencias utiliza desde mesas y jarras con agua hasta pasteles. Además, dice que siempre pide que la envíen a lugares difíciles: es por eso que ha hecho eventos de divulgación de la ciencia en reclusorios tanto de hombre como de mujeres. Pero su público favorito son los niños porque “preguntan lo que quieren saber”. Julieta recuerda que en uno de sus talleres, con hijos de mujeres presas, una niña le preguntó por qué les había explicado cómo funciona la gravedad, pero no por qué hay gravedad.
Al igual que la niña, Julieta todavía quiere aprender más.
Enlace Recomendado: