Descripción
Fue el 4 de septiembre de 1969 cuando el Metro fue inaugurado por el entonces presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, y el regente del Distrito Federal, Alfonso Corona del Rosal.
La inauguración del Metro de la CDMX se realizó con un tren construido por la compañía francesa Alsthom, modelo MP-68, decorado con franjas tricolores y el escudo nacional mexicano a sus costados, para el acto inaugural, el Metro hizo un recorrido entre las estaciones Insurgentes y Zaragoza.
Cabe destacar que el Metro de la CDMX entró en operaciones un día después, el 5 de septiembre de 1969 a las 05ː58 horas.
De acuerdo con archivos históricos, las primeras personas que compraron un boleto del Metro de la CDMX en la taquilla de la estación Chapultepec fueron: Gladys Pereyra Robles, estudiante de idiomas; Mario Medrano, comerciante, y Mario Jesús Ríos, estudiante, quienes fueron atendidos por Carlos Chávez Zempoaltécatl, taquillero
El jueves 4 de septiembre de 1969, Gustavo Díaz Ordaz, presidente de México, fue el encargado de inaugurar la Línea Uno del Metro, con lo que la capital mexicana se convirtió en la ciudad número 39 del mundo que contaba con un tren subterráneo.
En sus ediciones del 6 de septiembre, la prensa mexicana incluyó varias planas que detallaron la operación del sistema de transporte y una de ellas fue para difundir los lugares donde se podían comprar los boletos para el Metro más allá de las taquillas de las flamantes estaciones.
Es decir, los boletos se podían comprar en sucursales bancarias, tiendas de abarrotes, planchadurías, tabaquerías, joyerías, zapaterías y otros locales comerciales.
La ventaja de esta compra en giros comerciales, es que se podían obtener descuentos de dos pesos en la compra de una block de 10 boletos.
Tengamos en cuenta que el boleto para un solo viaje costaba un peso con 20 centavos y un peso cuando se compraban cinco o 10 boletos.
La gráfica de las estaciones
El diseño de la gráfica de las estaciones del Metro de la Ciudad de México fue una extensión del diseño que se hizo para los Juegos Olímpicos de 1968.
Lance Wyman, un diseñador estadounidense, fue quien encabezó el equipo para definir las imágenes de las estaciones y para ello se tomaron en cuenta datos históricos de los lugares en que se ubicaron los ingresos al sistema de transporte.
El domingo 7 de septiembre de 1969, el Metro se convirtió en un atractivo para el tradicional paseo dominical.
Las crónicas de los diarios consignaron que los trenes lucieron abarrotados y la mayoría de los paseantes no salían de su asombro ante el gusano naranja que los llevaba por el subsuelo capitalino de un punto a otro en cuestión de minutos.