Descripción
El término Guelaguetza, se deriva del vocablo zapoteco guendalezaa que significa “Ofrenda, presente o cumplimiento”. Es una de las tradiciones con más popularidad en el estado de Oaxaca. La Guelaguetza tiene su origen desde la época prehispánica, cabe mencionar que esta festividad comenzó con un ritual que se le hacía a los dioses antiguos en el lugar denominado por los zapotecos como Daninayaaloani o cerro de bella vista. En esa época los antiguos mexicas adoraban a diversas deidades, entre ellas la Diosa Centéotl, quien representaba a la Diosa del Maíz y a la que adoraban y respetaban de tal manera, que le realizaban una celebración para festejarla año con año, se le ofrecían danzas, ritos así como un enorme banquete que duraban ocho días. Desde entonces esta celebración fue considerada como algo muy especial y significativo para los lugareños.
Existen documentos que datan de los años 1931 y 1934, en ellos se puede apreciar lo importante que era para los oaxaqueños la festividad de la Guelaguetza también conocida como el “Lunes del Cerro”.
En aquellos años, se reunían antes del mes de julio de cada año para la organización de dicha festividad, Autoridades Gubernamentales, el Departamento de Educación Pública del Gobierno, el H. Ayuntamiento de la Ciudad, con el apoyo de los diferentes Clubes Deportivos locales. Dentro de los acuerdos más importantes que tomaban, se encontraba la conformación de un Comité Organizador de Festejos, quien se encargaría de llevar a cabo todo el desarrollo de la festividad del lunes del cerro. Con el propósito de “animar la fiesta”, se organizaba un Programa General, que iniciaba desde el primer lunes con actividades culturales, sociales y deportivas. Para ello se contemplaba la interpretación de las Mañanitas Oaxaqueñas, entonadas por la población estudiantil de la ciudad, acompañada de la Banda de Policía del Estado, haciendo su recorrido por las principales calles, partiendo frente al Antiguo Palacio de los Poderes, hasta encausarse en la Avenida Independencia, la de Crespo y continuar en seguida por la Calzada del Fortín y concluir en la Rotonda, para llegar a la estatua del Benemérito de las Américas, Lic. D. Benito Juárez y para fortalecer aun más la fiesta se realizaban eventos deportivos, donde se veían grandes y entusiastas deportistas desempeñando diferentes disciplinas.