Descripción
En La Lagunilla encontré un día tres o cuatro objetos, todos de la misma marca, hechos en 1906, de marca Pompeii: un perfumero, un polvo, una loción y algo más, bellísimos, de diseño muy bonito, de distintas formas. Pregunté, los compré: costaban 15 pesos el conjunto de cuatro objetos. Llegué y los puse en el centro de la mesa de la casa.
Cuando vi que además llamaban la atención a otras personas, empecé a comprar más. Luego puse unas repisas,
Hoy tiene cerca de 100,000 piezas y es el fundador del Museo del Objeto del Objeto.
Sus proyectos suelen demostrar una enorme vocación por la sociedad civil. Es conocido su gran amor por la Ciudad de México, mismo que procura manifestar cotidianamente en pequeños gestos.
Ha sido consejero de diversas empresas, instituciones culturales, filantrópicas y profesionales.
La inquietud de Bruno Newman por seguir gestando colecciones, series de objetos, todavía es ávida. Asegura que ha notado una evolución en su forma de coleccionar, una mucho más estricta. “Ahora me están gustando mucho los capelos”, asegura y señala a la ventana de su despacho, donde ha colocado una serie de estas cúpulas de vidrio para las que ya tiene planes.
Es miembro del Consejo Editorial de GANAR-GANAR