Alfonso Esparza Oteo Compositor y Director de Orquesta

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Descripción

Nació en Aguascalientes, el 2de Agosto de1894 murió en la ciudad de México el 31 de enero de 1950

Sin duda, uno de los compositores más importantes de México, ya que es autor de canciones como “La rondalla”, “Dime que sí”, “Albur de amor”, “Déjame llorar” y “Un viejo amor”, entre muchas otras.

Independientemente de su valor como creador de música que le ha dado la vuelta al mundo, Esparza Oteo se dedicó a recopilar y arreglar canciones anónimas, que a principios del siglo XX andaban de boca en boca, huérfanas y en peligro de perderse. Tuvo la primera oportunidad de difundirlas en 1926, al organizar una sesión de grabaciones en Nueva York, para la empresa Columbia, con la participación del dueto “Rubio y Martínez” (José Rubio y Juan R. Martínez). Los discos tuvieron mucha venta en todos los países hispanoparlantes.

Después, en 1928 formó la Orquesta Típica Presidencial, misma que se encontraba amenizando la comida en el Restaurante La Bombilla, en el momento que asesinaron al general Álvaro Obregón, Presidente electo de México; las notas del son “El limoncito”, arreglado por Esparza Oteo, se quedaron de pronto calladas.

Para 1933 fue designado Director Artístico de la emisora XEB y durante su gestión logró la contratación de artistas importantes como Alfonso Ortiz Tirado, Josefina “La Chacha” Aguilar, Adolfo Girón, Roy Carter y Miguel Prado, entre otros.

Gracias a su labor, perduran canciones como “El limoncito”, “Hermosas fuentes”, “Y por esa calle vive”, “Mi gusto es” y otras cuya vigencia se mantiene en el cancionero popular.

El 31 de enero de 1950 falleció el compositor y director de orquesta Alfonso Esparza Oteo. Sin duda, uno de los compositores más importantes de México, ya que es autor de canciones como “La rondalla”, “Dime que sí”, “Albur de amor”, “Déjame llorar” y “Un viejo amor”, entre muchas otras.

Independientemente de su valor como creador de música que le ha dado la vuelta al mundo, Esparza Oteo se dedicó a recopilar y arreglar canciones anónimas, que a principios del siglo XX andaban de boca en boca, huérfanas y en peligro de perderse. Tuvo la primera oportunidad de difundirlas en 1926, al organizar una sesión de grabaciones en Nueva York, para la empresa Columbia, con la participación del dueto “Rubio y Martínez” (José Rubio y Juan R. Martínez). Los discos tuvieron mucha venta en todos los países hispanoparlantes.

Después, en 1928 formó la Orquesta Típica Presidencial, misma que se encontraba amenizando la comida en el Restaurante La Bombilla, en el momento que asesinaron al general Álvaro Obregón, Presidente electo de México; las notas del son “El limoncito”, arreglado por Esparza Oteo, se quedaron de pronto calladas.

Para 1933 fue designado Director Artístico de la emisora XEB y durante su gestión logró la contratación de artistas importantes como Alfonso Ortiz Tirado, Josefina “La Chacha” Aguilar, Adolfo Girón, Roy Carter y Miguel Prado, entre otros.

Gracias a su labor, perduran canciones como “El limoncito”, “Hermosas fuentes”, “Y por esa calle vive”, “Mi gusto es” y otras cuya vigencia se mantiene en el cancionero popular.

Además formó parte del famoso cuarteto Los Ases de la Canción, con los maestros Miguel Lerdo de Tejada, Tata Nacho y Mario Talavera. Tras el fallecimiento de Lerdo de Tejada, el grupo tomó el nombre de Trío Veneno.

Alfonso Esparza Oteo veía con mucha claridad la problemática y las necesidades de los compositores de esa época, por lo que siempre anheló mejorar la situación económica de los compositores mexicanos. Él mismo inició un cambio importante al rehusarse a vender los derechos de sus composiciones, pero sabía que faltaba mucho por hacer.

Así, después de convocar a diversos autores y compositores, y vencer incontables obstáculos, fundaron el Sindicato Mexicano de Autores, Compositores y Editores de Música (SMACEM), el cual se estableció en un inmueble de la calle República de El Salvador #31.

Como primer Secretario General del SMACEM, Esparza Oteo trabajó por esta causa sin escatimar esfuerzos y dedicación, dejando a un lado empleo, contratos personales y hasta sus composiciones. Poco tiempo después fundaron la Sociedad de Autores y Compositores de Música, institución de la que él fue primer presidente del Consejo Directivo.

Alfonso retornó a sus actividades de compositor, presentaciones, conciertos y programas en la XEW. Produjo entonces el programa «Así es Mi Tierra», al que imprimió su propia personalidad y por el que recibió la Medalla al Mérito, como reconocimiento a su labor en favor de la música mexicana.

 

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