Descripción
Es un espacio ubicado en el estado de Oaxaca México, en donde se albergan dos impresionantes cascadas petrificadas.
Debido al escurrimiento de agua carbonatada (carbonato de calcio) estas cascadas se formaron hace miles de años.
El agua de los manantiales desciende por un camino de piedras de más de 50 metros de altura.
Su nombre se debe a que el agua que nace de los manantiales esta hirviendo, pero no por las altas temperaturas, sino por los gases minerales.
Estos gases, la hacen desprender burbujas gaseosas y obligan al agua a saltar hacia el exterior del conducto subterráneo.
Gracias a este manantial, se creó una gran alberca que actualmente se mantiene como balneario natural de agua templada.
Se dice que, para los zapotecos, este sitio fue un lugar sagrado, pues está en la sierra en donde la corriente del río es baja y árida.
A esta zona, se le reconoce por su maravillosa vista y la temperatura del agua, que es ligeramente superior a la del medio ambiente.
A demás de las cascadas, Hierve el agua, es un sitio arqueológico al que se han dado cita diversos biólogos y geólogos.
En el sitio, también se encuentran unas pozas naturales excavadas en donde se puede admirar perfectamente las cascadas petrificadas.
Para complementar la experiencia, se puede realizar un recorrido completo, saliendo de la ciudad de Oaxaca.
La primera parada se realiza en el milenario árbol del tule. Se continúa con dirección a San Lorenzo Albarradas.
Justo en la desviación de la carretera que va a los Mixes, y Albarradas, se comienza el recorrido en bicicleta de montaña.
Se llega hasta el poblado de Roaguía y ahí se puede observar el proceso de destilación del mezcal.
Poco más adelante se podrá llegar a Hierve el Agua.
Durante todo el recorrido se puede observar la vegetación de la selva.
No cabe duda que Oaxaca tiene una de las vistas más hermosas del mundo a la que vale la pena visitar e iluminar tu mirada.
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