Jorge Reyes Valencia Compositor de Música Prehispánica

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Descripción

Nació en México el año 1952 murió en  2009

Fue un músico mexicano. Su estilo es una fusión de música étnica y ambiental que le gustaría evocar los rituales de las tribus prehispánicas de América del Sur. Sus canciones a menudo se centran en el sampler, un instrumento que adoptó para reproducir los sonidos de instrumentos precolombinos, percusión y voces.

Después de estudiar en la Facultad de música de la Universidad Nacional Autónoma de México, se trasladó a Hamburgo, donde estudió improvisación de jazz y, más tarde, en el Medio Oriente y Sri Lanka, donde estudió percusión y música en indio tradicional. Aunque ya había tocado en los años setenta en algunos grupos, progressive, comenzó el solo solo a principios de los ochenta con Ek-Tunkul 1983, que fue seguido por A la Izquierda del Colibrí (1986), una colaboración con Antonio Zepeda, que recibió una mención honorífica de la Academia de Ciencias de la URSS, y Comala (1986), considerada una obra maestra de la música electroacústica. Más tarde lanzó, entre otros, UAISCM4:Tlaloc (1991), con Francisco López, El Costumbre (1993), con los indios Huicholes, y dos álbumes en Suspended Memories: un proyecto compartido con su amigo Steve Roach y Suso Sáiz. En 1991 Reyes organizó el primer Encuentro de Músicas Visuales junto con la Universidad Nacional Autónoma de México, que más tarde se convirtió en un evento anual. El artista también ha estado activo en la música cinematográfica como lo confirma la banda sonora de la otra conquista (1999) y se ha dado a conocer gracias a sus conciertos realizados en sitios arqueológicos como los de Teotihuacan, Malinalco y Templo Mayor. Murió en 2009 debido a un ataque al corazón a la edad de 58 años.

Se quedó dormido el sábado pasado en su estudio casero de México DF, en el barrio de La Condesa, y no volvió a despertar. La inesperada pérdida del compositor Jorge Reyes, a los 57 años recién cumplidos, ha conmocionado a la comunidad musical mexicana y a colegas españoles como el productor Suso Saiz. A él le había remitido su último correo electrónico, proponiéndole intensificar sus colaboraciones para este 2009, justo antes de que le venciera el sueño eterno.

 

Sus amigos velaron el cuerpo de Reyes tendiéndole una alfombra de pétalos y dedicándole interpretaciones de tambor y flauta de barro, dos de los instrumentos ancestrales que contribuyó a difundir.

«Jorge era un jaguar, un toro», repetía ayer Suso Saiz. «Tiraba mucho de energía, pero a veces los más fuertes son los primeros en romperse. Perdemos a un hombre de importancia brutal, nadie como él supo introducir en México el sentimiento de la vanguardia europea».

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