Árbol de Tule

Descripción

Al Árbol del Tule lo denominan el árbol de la vida, por la diversidad de siluetas que podemos observar en sus raíces y tronco, tal vez dependiendo de la imaginación popular, como un oso hormiguero, un cocodrilo, un elefante, un venado, una tortuga, etc. Que son considerados por los habitantes del pueblo de Oaxaca, protectores del mismo. A los cuales se les rinde tributo en una fiesta tradicional.

En la grandeza de la naturaleza, este árbol milenario e imponente, posee una magia excepcional. Siendo parte de la madre tierra como símbolo de vida en la antigüedad, permite conocer pequeños  detalles a lo largo de su historia. Para muchos mítico y ancestral nos referimos al Árbol del Tule.

 

El Árbol del Tule es típico de América del Norte, procedente de la Sierra madre de México el cual también se puede observar en Texas y en Guatemala. También se puede localizar en otras ciudades de Australia, Argentina, China, España, entre otros, en la cualidad de planta ornamental

 

Esta especie en particular que se encuentra en Oaxaca, posee el tronco más grueso conocido hasta el momento. Con una circunferencia  de 38 metros y una altura de 42 m

 

Suelen ser de follaje aromático, cuyas hojas alineadas como agujas, son de color verde brillante, presentando el mismo tono hasta su madurez, con una ligera variante amarillenta cerca del otoño. Pueden ser aplanadas y colocadas en espiral, cuyo crecimiento es en forma de hilo, presentando escamas apretadas entre sí, desde 1 mm hasta 6 cm de largo y las semillas o frutos en grupos de tres en tres.

 

El ahuehuete (Taxodium mucronatum) Árbol del Tule, sólo se diferencia del ciprés de los pantanos por la cutícula. Tiene canales de resina a lo largo del tronco, el cuál es bastante irregular con un tono de color un tanto rojizo oscuro visto desde su parte exterior y amarillo leñoso en el interior. Muy parecido en estructura al Roble.

De raíces muy largas, sobresalientes y bastante desarrolladas.  Sus frutos son pequeñas piñas secas parecidas en estructura a las del pino común, cónicas y de un color verde azulado. Que poseen semillas internamente formadas por pequeñas escamas las cuales están impregnadas de un polvillo (polen)

Data de la fundación de Oaxaca por los primeros colonos españoles. Los lugareños de Zapoteca, cuentan una leyenda acerca de que este árbol lo plantó Pechocha,  un sacerdote proveniente de uno de los templos del dios del viento Ehécatl, unos 1400 años atrás. Afirmando que el lugar fue escogido como un sitio sagrado por los dioses ancestrales.

Otra leyenda del lugar habla sobre el viaje a Mitla que realizó el rey Condoy, quién quería levantar un palacio ahí, antes de que otro monarca construyera una ciudad. Cansado, al pasar por Tule decidió reposar cerca del río, y al apoyar su bastón en la tierra, clavándolo en su superficie, un hermoso arbusto empezó a retoñar.  Se dice que si el árbol se seca, entonces Condoy morirá con él.

También se relata que cuatro de los líderes más poderosos de las naciones más importantes del mundo, se unieron un día para desviarse  hacia cada uno de  los cuatro puntos cardinales y plantar un ahuehuete. Y que el gran Árbol del Tule de Oaxaca es uno de ellos.

Los aztecas consideraban este árbol como símbolo de poder y solían plantarlo a lo largo y ancho de los jardines y caminos para sus gobernantes. Hay un bosque en Chapultepec, donde se pueden apreciar una diversidad de plantaciones hechas en el período de reinado de Moctezuma II.

Una de las primeras fotografías referentes a este maravilloso Árbol del Tule, data de 1886, cuando un fotógrafo, arqueólogo y explorador de origen francés llamado Claude-Joseph Désiré Charnay, famoso por hacer ilustraciones de las civilizaciones precolombinas en México, tomó el primer retrato del Tule, que hoy es considerado patrimonio cultural.

En documentos que provienen de 1529 se menciona al Árbol del Tule, al estudiar las delimitaciones del pueblo de Oaxaca; recopilando información sobre territorios invadidos para la época de 1570, como “Relaciones Geográficas”, se puede leer un artículo referente al Tlalixtac, donde se narra sobre la existencia del Tule.

Dicha información se encontró después de interrogar y recopilar testimonio de Juan Del Río, quién era corregidor del pueblo de Tlaliastaca, al parecer se había encontrado un ahuehuete en una de las tierras cercanas. Su nombre fue dado por las condiciones geográficas del lugar. Ya que era una comarca donde abundaban los cañaverales y pantanos, presididos por una laguna.

Una de las ediciones geográficas más recientes, hecha por René Acuña, habla sobre la etimología Zapoteca, en donde se refieren al nombre de Tollín,  Árbol del Tule, designando a algunas especies de plantas acuáticas. Se puede constatar que en los años previos a la invasión española, se manifestó el náhuatl como una lengua mesoamericana, colocando estos mismos un nombre cristiano; de ahí proviene el de Santa María Del Tule.

La naturaleza cuenta con todos los que saben comprenderla e interpretarla, resolviendo cada mensaje oculto en cada una de las piezas de ese rompecabezas especial que forma cada roca, animal, planta y manantial, permitiendo descubrir el secreto de la vida misma.

Los cipreses (como el pino, cuya estructura es parecida al Árbol del  Tule) van a paso lento durante décadas, abriéndose camino en la colonización del mundo vegetal. La estructura de estos árboles facilita la fijación al suelo a través de sus grandes y fuertes raíces, sin importar la dureza del mismo, cuya particularidad ecológica permite la formación de nuevos suelos.

Es un árbol muy peculiar, entre otras cosas por las que ya hemos aprendido a lo largo de este artículo. Buscando en la historia se puede constatar que eran utilizados para demarcar el poder de un gobierno o reino y por eso eran plantados en hileras.

 

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