Descripción
Es una roca ígnea compuesta por cenizas y otros fragmentos de rocas o materiales resultantes de erupciones volcánicas violentas. Su color y textura varían de acuerdo a los elementos que la conforman. Granos cristalinos o cenizos delatan la presencia de diversidad de minerales, entre ellos plagioclasa, biotita y augita. Se caracteriza por ser liviana y porosa.
La toba es propia de las regiones con existencia de volcanes de intensa actividad. Polvo, partículas, cenizas y magma expulsados por la chimenea principal o las grietas en las paredes del volcán se esparcen sobre la superficie terrestre. Inicia entonces el proceso de litificación o endurecimiento que da lugar a la cantera.
La formación rocosa puede producirse por compactación o cementación. Si el material que descansa en la superficie queda enterrado bajo otras rocas, la presión ejercida ayuda a la solidificación. Mientras que la cementación ocurre a temperaturas muy altas, cuando el cuarzo o la calcita, entre otros soldadores, se precipitan y logran la fusión.
La composición de la cantera es imprecisa, intervienen en ellas factores como el tipo de erupción y el lugar de formación de la roca madre. Sin embargo, entre sus características físicas destaca su ligereza, porosidad y suavidad. Puede ser trabajada sin mayores complicaciones, pero es susceptible a los cortes.
Se asocia a otras rocas con propiedades neutras o ácidas, derivadas de la lava. Su velocidad de enfriamiento es más rápida que la de otras rocas volcánicas, como el granito. La masa, densidad y gama de colores de la roca ígnea es diversa. Hay piedras canteras blancas, color hueso, amarillas, rosas, verdosas y marrones. También grises oscuras y negras, aunque éstas últimas son menos comunes.
La cantera tiene menor concentración de cristales que otras rocas de su tipo, aún así no debe confundirse con la toba calcárea. Se dice es similar a las riolitas y andesitas, pero tienen marcadas diferencias. En la industria se ha logrado una toba volcánica artificial, a partir de arena, cemento y turba. Sin embargo, ésta no comparte la popularidad de las canteras naturales.
El principal yacimiento de sillar en Perú está al pie del volcán Misti, en la quebrada de Añashuayco. También está bien documentado el yacimiento de toba volcánica en el parque de Yellowstone, en Estados Unidos. Igual el de cantera en Oaxaca y otras regiones de México. Por cierto, es en México donde se le da el nombre de cantera a la toba volcánica.