Descripción
Nació en Monterrey el 3 de marzo de 1964
Desde muy pequeño y por casualidad Raúl Alcalá se apasionó por el ciclismo. A los veinte años, compitió en la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 y tras una larguísima fuga en solitario, el sueño de una medalla se esfumó cuando fue alcanzado por el pelotón, pocos kilómetros antes de la meta. Después de esa experiencia se integró en el equipo Seven Eleven, gracias a su inteligencia para correr, sus estrategias y su estilo arriesgado.
En 1985, Raúl Alcalá consiguió participar en la competición más importante del ciclismo internacional, el Tour de Francia. En 1987, terminó en novena posición en su segundo Tour de Francia, conquistó el Maillot Blanc, prenda con la que se distingue al mejor ciclista joven. Alcalá ganó dos etapas del Tour, conquistó la Clásica de San Sebastián, el Tour Dupont, la Vuelta a Asturias, se convirtió en un rival a vencer en todas las etapas de montaña y participó en el mejor equipo del mundo, el PDM de Holanda.
Formó parte de los cuatro grandes de la generación 1964, junto con Miguel Induráin, Gianni Bugno y Eric Breukink. A principios de los noventa, cuando corría para el equipo Motorola, Raúl se dio el lujo de contar en su equipo con un joven estadounidense que años más tarde cambiaría para siempre la historia del deporte, Lance Armstrong.
En 1996, Raúl Alcalá, fue invitado a participar en el ciclismo de montaña profesional por el Team GTA de Estados Unidos, con el cual corrió una temporada y a los 44 años decidió reaparecer en el ciclismo profesional en la Vuelta a Chihuahua 2008. En 2010, Raúl Alcalá volvió a retomar su carrera, coronándose campeón nacional en la competencia de contra reloj individual en México y, desde entonces, ha corrido con éxito en diferentes torneos, entre ellos la Vuelta Nuevo León, el Tour de Austin, la Chapell Hill, donde obtuvo el primer lugar, la Vuelta Guatemala, la Vuelta Chiapas y la Vuelta Costa Rica.
La vida de Raúl Alcalá es un ejemplo de esperanza, disciplina, persistencia y pasión, tanto por el deporte como por la vida misma. Su historia es la de un triunfador que ignoró los límites, convirtió los obstáculos en fortalezas y tuvo fe en sus sueños.